Recuerdo mil cosas, mil pequeños instantes que no soy capaz de borrar de mi cabeza. Podría contaros cuales son esos momentos, como cuando pone voz de niño pequeño y se rinde, cuando se le escapan sonrisas aunque no quiera sonreír, cómo me hace cosquillas, cada instante en que me mira, cada vez que le tocaba el pelo y semiprotestaba, como cuando imaginábamos, soñábamos y nos perdíamos por futuros que tendrían que llegar algún día... pero para qué contároslo, si recordar sólo consigue hacerme daño.
Lo que más duele recordar es que me hacía sonreír, como no he sonreído en mi vida. Aún ahora lo hace, a pesar de cómo duele, consigue hacerme sonreír.
Hermoso!!
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